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Mi experiencia en Matagallinas, Oax.

Experiencia en la Comunidad de Matagallinas. Internado "Laura Vicuña"

La Misión del misionero es manifestar el amor misericordioso de Dios entre los pobres… y en esta experiencia lo puede confirmar al observar la dedicación y la atención de las FMA por las chicas del internado “Laura Vicuña”.


Quienes procuraban hacer todo por el bien de ellas, dejando en segundo plano si estaban cansadas o tenían sueño, como todo a unas mamás.

El compartir con la comunidad los encuentros con Dios a través de la oración, meditación de la Palabra me ayudaron a seguir cultivando mi relación con ese Dios que me ama y me llama a estar con Él para dar su amor a los (las) jóvenes, sobre todo aquellos que más lo necesitan.


El observar a la hermanas como aprovechaban esos momentos propuestos por la comunidad para estar en esa relación con Dios, y no perder el objetivo de su consagración me enseñaron a disfrutar los momentos de encuentro que yo tengo en estos momentos y a ponerlos en primer lugar, para poder transmitirlo a los (las) jóvenes.


A través de la cercanía, el cuidado maternal y preocupación por la educación de las niñas, el que sea integral aprendí a hacer presente el Sistema Preventivo de San Juan Bosco y de Madre Mazzarello, quienes siempre buscaban el bien de las almas.


Aprendí a ampliar la mirada, a través de la asistencia con las chicas, del salir de mí para observar que necesitan, en que les puedo ayudar, siempre en un ambiente de respeto y armonía, para que ellas se sintieran en confianza de familia. Tratábamos que en cada cosa que hiciéramos fuera siempre una experiencia de Dios, para que sintieran el amor de Dios en su vida.


También pude estar con grupos de primaria, supliendo a algunas maestras, esto implicó un esfuerzo amoroso, al enfrentarme a contenidos que ya no veía, pues estoy más relacionada con la catequesis, me ayudo a comprender que una Hija de María Auxiliadora, es educadora y misionera, por lo que todo lo que aprendí, aprenda y siga aprendiendo, lo voy a emplear para el bien de los (las) jóvenes.


Doy gracias a Dios y a la Provincia por esta experiencia en mi formación, que me impulsa a seguir respondiéndole en sencillez y perseverancia.



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